Curiosa. Desorientada pero presente. Activamente aquí. Dicen que el tiempo dictamina comportamientos, que un tiempo y un lugar determinan nuestras relaciones. Y pienso en un tiempo que siempre es el intermedio de algo, que nunca se cierra, sino que es un cierre que queda camuflado, derivando en una acumulación de experiencias, en reverberaciones que se dan al juego.
Y también pienso en una hormiga que por error entra en la mochila de alguien y que de golpe se encuentra en otro lugar. Sin tierra, lejos del hormiguero y que busca y rebusca por el mármol de la cocina, haciéndose guiar por sus antenas. Casi ciega, orientada por el tacto. ¿Es así como yo habitaría el tiempo en otro planeta? ¿Conducida por mi cuerpo, por mis antenas?
El proyecto “Marcial” explora el deseo hacia un posible futuro. Especulando en torno a la posibilidad migratoria ante un mundo que hemos herido, Matilde Amigo se ve interpelada por las recientes investigaciones del planeta Marte como un lugar para ser habitado. Partiendo de esta creencia como premisa, la artista inicia un “Programa de entrenamiento para habitar Marte” para aprender a vivir y a vincularnos afectivamente en otros mundos.
En “Believe II” la artista se nos muestra en un espacio etéreo del cual desconocemos el tiempo y el lugar. Poniendo el cuerpo en el centro, su práctica se desarrolla en una acción dialéctica con el entorno, iniciando una serie de gestos y relaciones específicas con la singularidad del espacio. Sin seguir una coreografía previa, el cuerpo aparece como un agente de presente.
¿Qué relaciones reproduciremos en un futuro? ¿Cómo el sistema de creencias individuales y colectivas contribuyen a generar imaginarios y deseos? ¿Podemos poner en duda nuestras creencias?