Amie Barouh crea un documental experimental que da voz a quienes se encuentran en los márgenes de la sociedad. «Film diary» constituye la base de su obra, así como lo es la idea de que todo conocimiento es subjetivo. Llevado más por la afinidad que por el dogma de «hacer una película», el vídeo de Barouh, a medio camino entre el documental y el ensayo visual, trata, en primer lugar, de transmitir una experiencia vivida como tal.
La búsqueda de la proximidad adecuada con aquellos a los que graba dota a la obra de Barouh de una tensión constante. La cámara, el tercer ojo y brazo de la artista, sortea a tiempo real la naturaleza de las relaciones que ella, como artista documental, pero, ante todo, como persona, mantiene con sus sujetos.
La presentación y la edición subjetiva siguen el compás de su corazón, en el que se originan las imágenes impresionistas o realistas, reconstruyendo toda la complejidad de documentar un mundo al que no pertenecemos.
Escrito por Julie Akermann (acortado por la galería)