Una característica indispensable en los laboratorios de cine analógico es hacer comunidad, y a través de esa red es donde ocurren los flujos de información, de conocimiento y de creatividad. Un caso muy claro de ello es Sweet Seventeen, una pieza de cine Expandido sobre filmar, colorear y difuminar la percepción, que nace de la conexión entre Joyce Lainé y Lucie Leszez, dos artistas que habitan dos laboratorios de cine analógico, dos universos que han acortado los kilómetros de distancia entre el Atelier MTK y L’Abominable para encontrarse en la esencia del expandido, que es el directo.
Este programa tiene el apoyo de Acción Cultural Española (AC/E).