Inmersión criminal es una performance de proyección expandida super 8 y live coding (lenguaje gráfico de síntesis y procesado de sonido en tiempo real). Un recorrido visual y sonoro para espectadores activos.
Reúne cortometrajes que he realizado en el período 2009-2014 y material footage manipulado.
Gran parte del material fue filmado en las ciudades en donde he vivido esos años y otra parte fue adquirida en el mercado de los Encantes, en la ciudad de Barcelona. Durante el montaje el material es intervenido para generar una reescritura que propone transformar en un tejido de escenas alternativas el metraje seleccionado. Generando una metamorfosis, la manipulación del material será un acto criminal; en donde podremos juzgar verdaderos asesinatos formales realizados a la emulsión por donde atravesará la luz del proyector. En esta tarea de concentración mecánica también se pondrá en evidencia el proceso químico y orgánico que constituye una cinta cinematográfica y su permeabilidad y mutabilidad a los agentes del tiempo.
La película no narra una historia en rigor, son fragmentos deshilvanados de otras historias, deseos perdidos en el pasado, lapsus temporales en forma de parpadeo. Una familia en sus vacaciones se presenta ante una cámara que filma recuerdos, una novia errante se diluye entre el cian y el magenta, escenas marinas y mutantes, la naturaleza cambiante de las estaciones del año, alegorías de un sueño de juventud, calles de la ciudad parpadeantes, mujeres nostálgicas o expectantes. La experiencia es efímera pero no por eso superficial, esas imágenes repercuten en nuestra retina y ociosos pestañeos se resisten, pero en un abrir y cerrar desprevenido estamos dentro de un viaje con posibles y variables interpretaciones. Nos invade una sensación de nostalgia mezclada con la evocación de un sueño olvidado que se proyecta para nosotros en donde se intuye una posible revelación evanescente.