La exposición Silver Songs. La música de Andy Warhol intenta demostrar que la música fue uno de los sustratos emocionales, iconográficos y conceptuales sobre los que se construyó la producción artística del padre del Pop Art. Hablamos de un componente invisible, pero imprescindible para comprender su proceso creativo y algunos de los ejes temáticos más significativos de su trabajo.
Warhol demostró a lo largo de su carrera una cultura musical omnívora, en la que tenían cabida tanto su debilidad por la ópera, la danza o el musical de Hollywood como la música de vanguardia y las canciones pop de cualquier estilo. De Maria Callas a Elvis Presley, de John Cage The Velvet Underground y de Count Basie a Michael Jackson, pasando por iconos como Nico, Mick Jagger, John Lennon o Debbie Harry, una de sus últimas musas.
El punto de partida de esta exposición es un aspecto de la producción artística de Andy Warhol considerado marginal hasta hace poco: su aportación a la historia del diseño gráfico musical. El artista realizó entre 1949 y 1987 más de 60 portadas de discos de todos los géneros musicales. Analizando estos diseños se revela que en muchas de estas portadas anticipan soluciones formales e iconográficas que posteriormente incorporaría a su producción pictórica y cinematográfica, lo que confiere a estos trabajos un especial valor para los investigadores y que plantea lecturas transversales de su obra.
La exposición está estructurada en varias secciones ordenadas temática y cronológicamente, a través de las cuales se puede trazar una genealogía de las relaciones entre el arte y la música popular durante la segunda mitad del siglo XX. En cada capítulo, las portadas de discos exhiben junto a obras sobre diferentes soportes: fotografías, dibujos, serigrafías, libros, revistas, pósters, películas, video instalaciones, screen tests, videoclips musicales y diversos objetos y documentos realizados por Andy Warhol y artistas de su círculo, como Ronald Nameth, Nat Finkelstein, Fred W. McDarrah, christopher Makos, Hervé Gloaguen, richard Bernstein o Dan Munroe, que permiten comprender el mundo en que el diseño gráfico musical y la producción plástica y audiovisual de este artista se retroalimentan a lo largo de casi cuatro décadas.