Concebida como una especie de vídeomiriorama animado que evoluciona en espiral, Made In Dublin es una obra de nueve pantallas que cambian constantemente sobre una ciudad en movimiento, construida cinematográficamente como una serie de secuencias que se despliegan en paralelo mediante el movimiento de personas atrapadas en el tiempo y el espacio. Y ese espacio es Dublín. Narrativas construidas en torno a la colaboración de Eamonn Doyle y Nial Sweeney, con una composición cuadrofónica de David Donhoe que incluye la vos de Kevin Barry.